Escribiendo sin bozal 😉
Calentando...
La mayoría en democracia manda. Esa mayoría no es fija va mutando, sin dejar de ser mayoría. O sea, no importa quienes la formen sino que se cumpla la mayoría. Los que entran por los que salen. La estabilidad de esta mayoría no tiene prejuicio alguno en quitar y poner para mantener dicha mayoría. De hecho, es lo más sencillo del mundo.
Estableces unas leyes que según conveniencia puedas modificar para que nadie se sienta agredido sino participe e incluso las defiendan pues todo termina en un supuesto fin común. Lo que vienen siendo derechos y muy específicamente prohibiciones. Las vueltas que se le puede dar no a la vida sino a la ley para estar consiguiendo lo contrario a la libertad individual se convierte en pautas de conducta colectivas a la fuerza. Y como se ha demostrado sin tan siquiera seguir las leyes que NOS DIMOS.
Que como digo, sólo se beneficia empíricamente una minoría u por defecto, por tiempos, los que entran y los que salen por patas, en cuclillas o por la puerta de atrás. La cosa es que en el vaivén del tú sales, tú entras, ponte tú que ya voy yo yendo, la mayoría sigue siendo la sombra que todo lo cubre. Como la mugre de los tiempos del hombre.
Los ya fijos en esta mayoría, pues los hay que no saldrán hasta la muerte (La minoría aquí sí perenne y que a pesar de su necesidad de relevancia, se siente más segura y con razón, entre la muchedumbre o sus IGUALES. Eso sí, con distancias, de seguridad y tal), esta minoría Indexada en el todos dentro del sistema, todos somos el sistema (Un sistema donde todos estamos inmersos guste o no y que como reitero nos hace ser participes en uno u otro momento con mayor o menor entusiasmo...), obsérvese, rayando los límites de lo cercano al respetable: empresarios, famosos, artistas, políticos, funcionarios y los que por interés parasitan la mayoría de las minorías circunstanciales, sean familiares de estos o simpatizantes y amigos del régimen: sectores de la sociedad utilizados para aunar tal mayoría y a pesar de saberse fuera en algún momento, entienden puede serle útil y muy beneficiosa. Que no da nombres pues, esta mayoría se conforma, cómodamente, con quienes entran y salen, ya que así disponen de todos. Una cosa absoluta, vamos, pero con el marco de la libertad y su bla, bla, bla.
Dichas minorías asociadas a la number Juan elitista y privilegiada DESDE SIEMPRE como minoría desconocida u sin representación pública más allá de las minorías que con tanto apego y agrado elige ser serviles representaciones de esta, no abandonando jamás el poder que los hace mayoría; es su fin por principio. Caso raro, sería, lo contrario. Por ejemplo, los pensionistas, mientras esperan la muerte y mueren otros esperan su momento antes de morir con la ilusión de perdurar lo máximo posible o en la masona intención, sostener eternamente su mísera vida. Esto último sólo válido (Por norma sin establecer) para la minoría que manipula desde la mayoría todo el sistema. Lo que me lleva a una cuenta limpia: la mayoría sólo se preocupa por ella, como la minoría. Siendo literal: la minoría no importará JAMÁS. La minoría que resta de las minorías unidas en mayoría, no pueden preocupar JAMÁS. Hasta que no sea de necesidad aprovechar el recurso que esta minoría marginada por subsistencia creará y sea integrada en la mayoría puntual. De ahí, la sostenibilidad de la mayoría para que esa minoría, espectral, tome como referencia la minoría marginal o resto de la mayoría al uso, para someter a las minorías unidas en mayoría y por ley defensores del derecho que a todos pone como juncos. Sin necesidad de derechas (Minoría por ahí escondida) pues para eso vivimos en las izquierdas por mayoria. Lo que acontece en el presente nos da para estudiar en profundidad la falla del sistema y como sus más aferrimos defensores sacan la patita, señalando con todo la crueldad misma del ser ciudadano y el sistema al que como predica reza voluntariosamente.
Parece un galimatías pero no. La mayoría defiende una minoría que no te dejará entrar en ella por ser otra minoría de la que no podrás salir pues eres cosa menor para la mayor de las minorías y no será ésta la que te lo haga saber sino tus iguales los que recordándote tu minoría impiden que alcances salida y la posibilidad de acercarte a la minoría a la que todos como posesos quieren pertenecer. Así la gran mayoría buscando acomodo en la minoría soñada nutre y apuntala el que ni la mayoría colectiva ni la minoría individual consiga el propósito de bienestar general. Es imposible.
Estamos todos. Supuestamente manda la mayoría. Y dentro de la mayoría una minoría ejerce el poder, que paradójicamente olvida minorías, pues, con la vista puesta en la mayoría que los mantiene, tarde o temprano la minoría marginada les será de utilidad para que esa mayoría que los cubre y defiende, sin saberlo en la mayoría de casos, entrarán a formar parte de la mayoría por supervivencia u otro, lo que alivia el desgaste de otras minorías obsoletas u de un provecho ya consumido que deberán retirarse o ser eliminadas explícitamente.
Lo gracioso de esta balanza, que no lo es, pues una justicia totalmente desproporcionada tiene en un lado la mayoría por elección y por el otro los que de una u otra forma serán participes de la mayoría por arrastre. Y así todos, participes por imposición, disposición y circunstancialmente absorbidos. Sin dejar de reiterar que todo por una minoría en las alturas que gracias a una mayoría PLANA obscenamente margina a quien no corresponde en momento, con el tiempo marcado.
Lo grande de todo esto se determina en su fin como lo es la elección democrática donde la mayoría gobierna.
Pero legalmente no es necesaria la participación de esta mayoría moldeable, ajustable o de quienes con su participación entran y salen, que sigo repitiendo: todos haremos. La minoría legal está por encima de quienes creando mayoría no son más que un número que es suplantado por otro.
O sea, tú eres nadie, excepto que la mayoría te considere alguien. Y así, hasta que por la mayoría vuelvas a ser nadie o simplemente uno más que entró y salió. Casi siempre escaldado. De ahí el ímpetu de llevarse lo que se pueda y a correr, a la primer oportunidad.
Esto no trata de personas pues la mayoría (Siempre en movimiento, pues no es en su totalidad fija en su participación, unos entran, mueren, otros salen, nacen)) se debe a una minoría, bien establecida y definida y aunque también es de entrada y salida, por turnable, de histórica herencia. Nos deja que según ley el 30% del electorado se hace valer ante el resto.
Definiendo:
No siendo necesaria la participación electoral más allá del 30 % del total del electorado. Una minoría se impone ante una mayoría aquí sí, legalmente marginal. Ejemplo: Cataluña, en las últimas elecciones o Nicaragua que ni siquiera llegó al 18 %. Aunque para ser fiel a mi conocimiento, todo es factible de ser un mero engalo, llamado democracia participativa... Luego, mantener una democracia trata de satisfacer en principio el número suficiente de Números (Ciudadanos que vivan más o menos bien, un tiempo hasta su reposición...) por encima del resto: absolutamente todos, exceptuando a los privilegiados que quedan al margen de salir, una vez entran en el círculo que morirán en lo establecido por ellos mismos. Algo tan viejo como joven nuestro pensamiento.
Bien sencillo.
Viven muy bien años ha…unos pocos, gracias a la mayoría (Que le importa una mierda la minoría, la rica y la pobre, a caso puntualmente para reforzar, cubrir bajas o intereses puntuales...) indefinida por entrar y salir como mercado de compra y venta pues no es más que un mercadeo de unos pocos, jugando con todos y cuyo principal objetivo mercantil es proporcionar una mayoría que satisfaga, proteja y de continuidad a la única minoría en la cual entrar no está permitido. Aunque se nos presente como que si es factible.
Por lo tanto: con la salubridad de la mayoría incierta en su componenda individual, lo colectivo no hace más que garantizar que la minoría elitista pueda seguir sobreviviendo y muy bien, a costa de todos. Los que en una u otra parte de la vida son y serán participes de una mayoría tan irreal como interesada, podrida desde lo individual a lo colectivo. Y aquí lo colectivo no entiende más que de consolidar una determinada posición en el tiempo.
Con no votar ya estaría. Y no serviría de nada. Con votar aún firmando el voto tampoco. Sería lo más apropiado no votar una vez para volverlo a hacer. Ir a votar con todo despejado pero...
El consenso de la mayoría fantasma, hoy de unas minorías, mañana otras, sólo confunden, distorsionan y entretienen el paso y disfrute de la gran minoría real a la que tú y yo (Ya quisieran tenerme entre ellos o mejor, muerto, no sé a ti) JAMÁS perteceneremos. Ni ganas, por Dios, haya.
Una cuarta parte de la sociedad (Ingresando a los que se sienten muy bien siendo marginados, pues detestan la sociedad y cual Voltaire actualizado dará su sangre muriendo de viejo sin problema que le corra por la sangre que tanto estuvo dispuesto a dar y se le seco, como digo de viejo.) juega con nosotros y lo hace, apoyándose en una realidad tan engañosa como temporal. Hoy la mayoría dispondrá X, mañana tras el recambio X+1 u lo que les plazca.
Sí, la culpa no es tuya, hasta ahora. Si has leído esto la culpa ya la puedes considerar por merecimiento, es tuya. Como mi razón. Para ti toda.
¡Estoy mu'loco!
La mayoría no, porque no existe, como el pueblo, el colectivo y tantas gilipolleces creadas para explotar. Son sólo números. Y la minoría sabe jugar con ellos y ésta aunque no se vea, existe, pues viene de muy lejos, tan lejos como el proyecto humano tomó forma pues así se le dio salida como negocio. Bien lo supo ver Jesús acercándonos su magisterio.
Antes eras productivo, ya eres producto.
Si Cervantes dio paso a una nueva forma de entender la literatura. En las manos de Dios dejo la nueva forma de recrear la misma.
Lo haré, Dios medie, en vivo y en directo.
El viaje a ningún sitio en su cuarta parte se está actualizando…
Hoy eres para la mayoría productivo. Aunque no lo sepas, terminarás como lo que eres ahora su producto.
Que os den; bien, presupuesto.
Nos leemos pues eso de vernos...
Espero que en la próxima elección llegues con la salud mental acorde a la locura que no te afecta pues enfermo que no acepta su enfermedad, vota sin saber que vota y en todo caso vota mal. Aunque el bien, sea propio pues ajeno me temo que no es
Feliz egoísmo altruista y tal
¡Ah! Y ponte la mascarilla. Gracias.
✍️
Kike
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